Equilia
Hay que tener memoria. No olvidar ciertas cosas, como el hecho que ellas sean las primeras clientas.
Las primeras en poner confianza en mí y estuvieran a mi lado en los inicios, que nunca son sencillos. De ahí, mi eterno agradecimiento a Arrate y Judith.
Todo empezó antes.
Hace 2 años un buen amigo me habló del proceso de coaching que estaba haciendo. Además, la coach era de Eibar y teníamos conocidos en común.
A principios de 2021 empecé un proceso de coaching con Arrate Iraolagoitia. Necesitaba ordenar ideas y aclarar mi vida profesional.
Gracia al proceso de coaching que seguimos hoy en día soy más feliz y me gusta por dónde voy profesionalmente. ¡Ay, las preguntas poderosas del coaching!
El primer motivo por el que le estaré eternamente agradecido a Arrate es ese.
Un tiempo después, me dijo que su empresa Equilia, que forma junto a su socia Judith Castillo, quería trabajar mejor todo eso del marketing digital. Nos conocimos, hablamos, analizamos la situación, les presenté un plan y desde verano de 2021 estoy trabajando con ellas.
Empezamos por hacer el plan de marketing y seguimos dando más visibilidad a su actividad y servicios. Y les agradezco que se animen en acciones que les sonaban tan extrañas como SEO, marketing de contenidos o Google Ads. Es un placer trabajar con ellas. Son listas, se nota, y se agradece. Ojo, ¡hasta se han atrevido a lanzar un podcast!
Puede que lo más bonito sea que mis ideas y sugerencias vayan calando, como el sirimiri, efecto «lluvia fina», como lo llaman ellas.
La primera clienta. La más difícil. Que intento cuidar con mucho mimo. Agradecido para toda la vida.